El estilo gótico nació en Francia, torno a 1140 y es la basílica de la abadía real de Saint-Denis, construida por el abad Suger, el primer monumento de este movimiento.
La arquitectura Gótica se caracteriza por sus elevadas construcciones llenas de luz, frente a las pequeñas y oscuras iglesias rurales del románico. Asimismo se desarrolla una importante arquitectura civil e independiza a la pintura y escultura de su subordinación al soporte arquitectónico.
Los nuevos edificios religiosos se caracterizan por la definición de un espacio que quiere acercar a los fieles los valores religiosos y simbólicos de la época. El humanismo incipiente liberaba al hombre de las oscuras tinieblas y le invitaba a la luz ya que se vincula el concepto de Dios y el ámbito de la luz.
Interior de Saint-Denis (Francia) |
Los nuevos edificios religiosos se caracterizan por la definición de un espacio que quiere acercar a los fieles los valores religiosos y simbólicos de la época. El humanismo incipiente liberaba al hombre de las oscuras tinieblas y le invitaba a la luz ya que se vincula el concepto de Dios y el ámbito de la luz.
Vista aérea de la Catedral de Chartres (Francia) |
Hay muchos elementos heredados del arte románico:
- el predominio de la inspiración religiosa en el arte
- el monasterio sigue siendo una importante institución que apenas varía
- la planta de las iglesias sigue siendo fundamentalmente la planta de cruz latina con cabecera rematada en un ábside orientada al este.
- Arco apuntado, al que suele llamarse ojival, del que se deriva la bóveda de crucería que permite desplazar los empujes a contrafuertes externos, que se alejan aún más de los muros mediante el uso de arbotantes. Eso permitió la construcción de edificios mucho más amplios y elevados, y el predominio de los ventanales o vanos sobre los muros.
- Los elementos sustentantes (pilares de complicado diseño) quedan mucho más estilizados.
- La luz está entendida como la sublimación de la divinidad. Las nuevas técnicas constructivas hicieron innecesarios los muros por lo que se agrandan los vanos, el interior de las iglesias se llenó de luz, una luz transfigurada y coloreada mediante el juego de las vidrieras y los rosetones, que trasforma el espacio en irreal y simbólico. El color y la luz alcanzarán una importancia crucial.
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